El Crimen de la Guardia Urbana: Las Claves del Caso que Sacudió Barcelona

 

En el año 2017, la ciudad de Barcelona fue el escenario de un suceso que acaparó titulares y conmocionó a la opinión pública: el «crimen de la Guardia Urbana». La historia involucró a tres agentes del cuerpo de policía local en un complejo triángulo sentimental que culminó en un asesinato planificado y una intensa batalla judicial. Los protagonistas de este drama fueron Rosa Peral, Albert López y la víctima, Pedro Rodríguez.

 

Un Triángulo de Celos y Mentiras

 

Pedro Rodríguez, un agente de tráfico de 38 años descrito por sus compañeros como tranquilo y cercano, mantenía una relación estable con su colega Rosa Peral. Sin que él lo supiera, su vida estaba a punto de terminar trágicamente a manos de las personas en las que confiaba. La relación de la pareja estaba inmersa en un clima de celos y mensajes a escondidas que involucraba a un tercer agente, Albert López, examante de Rosa. Este ambiente enrarecido se convirtió en el oscuro telón de fondo de un crimen premeditado.

 

La Desaparición de Pedro y un Macabro Hallazgo

 

Según el relato judicial, la agresión mortal tuvo lugar en la casa de Rosa durante la madrugada del 1 al 2 de mayo. Debido al estado en que se encontró el cuerpo posteriormente, la causa exacta de la muerte nunca pudo ser determinada con certeza. Durante el juicio se barajaron distintas versiones sobre si la víctima fue sedada, golpeada o estrangulada.

Tras el asesinato, y siempre según los hechos probados, el cadáver de Pedro fue introducido en el maletero de su propio coche. Rosa Peral y Albert López condujeron de noche hasta las pistas del pantano de Foix, en las afueras de Barcelona, con el objetivo de hacer desaparecer todas las pruebas. Al amanecer, prendieron fuego al vehículo, generando una escena con altas llamas que buscaba borrar cualquier rastro del crimen. Sin embargo, un detalle crucial frustró su plan: los restos metálicos de una operación de espalda a la que Pedro se había sometido permitieron a los investigadores identificar su cuerpo.

 

Una Investigación de Contradicciones

 

El hallazgo del coche calcinado con restos humanos en su interior activó una investigación por parte de los Mossos d’Esquadra. Las pesquisas se centraron rápidamente en el entorno sentimental de la víctima. Una vez en comisaría, comenzaron las acusaciones cruzadas: Rosa declaró señalando a Albert, y Albert, por su parte, la implicó directamente a ella.

A pesar de sus intentos por culparse mutuamente, la instrucción policial reunió pruebas clave como geolocalizaciones de sus teléfonos, testimonios y mensajes que ponían en evidencia sus contradicciones. Finalmente, el jurado popular llegó a la conclusión de que ambos habían actuado de común acuerdo para cometer el asesinato.

 

El Juicio y las Condenas: Un Caso Cerrado

 

El juicio, celebrado en 2020, finalizó con duras condenas para los dos acusados.

Rosa Peral fue sentenciada a 25 años de cárcel y Albert López a 20 años por el asesinato con alevosía de Pedro Rodríguez. Además, se les impuso el pago de indemnizaciones a la familia de la víctima. Ambas sentencias fueron confirmadas posteriormente en instancias superiores.

Años después, ya en prisión, Albert reconoció su participación en el asesinato. Aunque la defensa de Rosa intentó utilizar esta confesión para solicitar una revisión de su causa, el Tribunal Supremo mantuvo la condena y el caso permanece cerrado judicialmente. Tras la crónica negra y el largo proceso judicial, queda el recuerdo de la vida de Pedro, la víctima ausente de esta trágica historia.