El Cuélebre: El Dragón Inmortal que Custodia los Tesoros de Asturias

En el corazón de la frondosa mitología del norte de España, especialmente en Asturias y Cantabria, reside una criatura de poder y majestuosidad ancestral: el Cuélebre. Lejos de ser una simple bestia, esta figura es un pilar de las leyendas locales, un ser inmortal cuya existencia está ligada a la tierra, la magia y los tesoros que oculta.

Anatomía de un Monstruo Legendario

El Cuélebre es descrito como una colosal serpiente alada, muy similar a la figura clásica del dragón europeo. Su cuerpo está cubierto de escamas tan duras que son prácticamente impenetrables, y se dice que con el paso de los siglos, estas crecen y se endurecen como el diamante. Posee alas membranosas, similares a las de un murciélago, que le permiten surcar los cielos en las noches más oscuras, aunque prefiere la reclusión de su cueva o el frescor de los bosques y fuentes donde habita.

Su rasgo más definitorio es la inmortalidad. El Cuélebre no envejece ni muere por causas naturales. Sin embargo, la leyenda le atribuye una única vulnerabilidad: su garganta. Además, existe la creencia de que en la mágica Noche de San Juan, su poder flaquea, momento en el que un héroe valiente podría enfrentarse a él.

El Guardián de Tesoros y Xanas

La misión principal del Cuélebre es la de guardián. Su tarea, encomendada por fuerzas arcanas, es custodiar tesoros fabulosos acumulados durante milenios. Estos tesoros no son únicamente materiales; además de proteger montañas de oro y piedras preciosas, a menudo su labor consiste en vigilar a las xanas, las bellas y encantadas hadas de las aguas asturianas, que han sido víctimas de alguna maldición.

El Cuélebre cumple su deber con una ferocidad implacable. Cualquiera que, movido por la codicia o la arrogancia, intente apoderarse de su tesoro o liberar a una xana sin el debido respeto, se enfrentará a su furia. Su aliento es venenoso y su presencia es suficiente para helar la sangre del más valiente.

Una Leyenda que Perdura

Más que un simple monstruo, el Cuélebre es una personificación de las fuerzas de la naturaleza y una advertencia moral. Representa la idea de que ciertos secretos y riquezas no están destinados a los mortales y que la ambición desmedida siempre conlleva un castigo. A lo largo de toda la geografía asturiana, numerosas cuevas, fuentes y bosques llevan nombres que aluden a su presencia, demostrando la profunda huella que esta criatura ha dejado en la cultura popular, una leyenda que se sigue transmitiendo como una advertencia susurrada al calor del hogar.