Tarrare: El Hombre que No Podía Dejar de Comer

La historia de la medicina está repleta de casos anómalos, pero pocos son tan perturbadores como el de Tarrare. Nacido en Francia, cerca de Lyon, alrededor del año mil setecientos setenta y dos, su vida fue definida por una condición que la ciencia de la época no podía explicar y que la moral apenas podía soportar: un apetito insaciable, un abismo que lo consumía todo.

El Origen del Hambre

Desde su infancia, la polifagia de Tarrare fue extrema. Se reportaba que, siendo adolescente, podía devorar una cantidad de carne equivalente a su propio peso en un solo día. Esta necesidad biológica incontrolable lo convirtió en una carga imposible para su familia, que, según los informes, lo obligó a abandonar su hogar.

Del Espectáculo al Ejército

Solo, Tarrare utilizó su extraña condición para sobrevivir. Se unió a grupos de artistas ambulantes y charlatanes en París. El público pagaba por el macabro espectáculo de verlo tragar piedras, corchos y cestas enteras de manzanas. Sin embargo, su acto escaló a niveles grotescos, llegando a devorar animales vivos como gatos, serpientes y cachorros ante la multitud.

Al estallar la Guerra Revolucionaria Francesa, se alistó, pero las raciones militares eran insuficientes. Su hambre lo llevaba a hurgar en la basura y buscar desperdicios.

El Incidente del Hospital

Su caso atrajo el interés de los cirujanos militares, quienes intentaron utilizarlo como espía, haciéndole tragar documentos en cajas de madera. El plan fracasó estrepitosamente. Internado en el hospital militar, su comportamiento se volvió incontrolable. Fue sorprendido en la morgue intentando comer cadáveres y bebiendo la sangre de otros pacientes.

El punto de inflexión ocurrió con la desaparición de un bebé de catorce meses. Aunque nunca se probó, la sospecha recayó inmediatamente sobre él, forzando su huida.

El Final y el Misterio Médico

Poco se sabe de sus años posteriores hasta que reapareció en Versalles, gravemente enfermo. Murió joven. La autopsia, realizada a pesar de las dificultades, reveló hallazgos extraordinarios: un estómago tan distendido que ocupaba gran parte de la cavidad abdominal y órganos internos en avanzado estado de descomposición. La causa de su polifagia extrema sigue siendo un misterio; las teorías modernas sugieren un hipertiroidismo extremo o un daño en la amígdala cerebral, pero la verdad biológica de Tarrare se perdió con él.