El Mensaje Silenciente: Cuando el Amor Trasciende la Muerte
La vida de Elara transcurría como un susurro, mientras ella permanecía ajena a una sensación de silencio que crecía en su pecho. No podía imaginar que una experiencia tan profunda como inesperada estaba a punto de cambiar su destino, demostrando que hay vínculos que ni siquiera la ausencia puede romper.
Una Visita en la Profundidad del Sueño
Todo comenzó una noche, cuando en la profundidad de un sueño, Elara recibió una visita. Su madre, Alma, estaba allí. No apareció como un simple recuerdo, sino como una presencia entera, saludable y llena de paz. Se acercó a su hija y, en un gesto cargado de significado, le puso una mano sobre el corazón sin decir una sola palabra. Su mirada, sin embargo, lo comunicaba todo. Fue entonces cuando su voz resonó con una petición clara y directa: «Escucha. Por favor, escucha con atención».
El Eco de una Advertencia
Elara despertó sobresaltada, sintiendo aún el eco de aquel tacto en su piel. La duda la asaltó de inmediato. ¿Había sido tan solo un sueño o se trataba de una conexión real, del eco de un amor que la muerte no había podido silenciar?. Ante esta encrucijada, tomó una decisión fundamental: decidió escuchar. Dejando a un lado la lógica, ese mismo día cogió el teléfono y llamó al hospital.
Una Segunda Oportunidad
La decisión de confiar en la advertencia de su madre fue determinante. El diagnóstico médico no tardó en llegar y fue claro y a tiempo. Aquella visita nocturna se había materializado en un aviso que, literalmente, le había salvado la vida. En el silencio de su apartamento, ahora inundado por una nueva luz, Elara solo pudo susurrar una palabra que lo contenía todo: «Gracias».


Be the first to comment