Zugarramurdi: El Pueblo Marcado por un Sueño y la Inquisición
Ubicado en el frondoso valle de la Xareta, en la montaña navarra, Zugarramurdi es un pequeño pueblo cuya pacífica apariencia esconde una de las leyendas más oscuras de la historia de España. Su fama como el «Pueblo de las Brujas» no es casual, sino el resultado de una serie de trágicos acontecimientos que tuvieron su epicentro en una impresionante cueva natural, un lugar que pasaría de ser un enclave geológico a un símbolo de la persecución.
El Origen de la Tragedia: Un Sueño Mortal
Todo comenzó en el año mil seiscientos diez, una época en la que el miedo a la brujería se extendía por toda Europa. La chispa que encendió el fuego en Zugarramurdi fue, sorprendentemente, un sueño. Una vecina del pueblo confesó haber tenido una visión en la que observaba a varios de sus convecinos celebrando un aquelarre —una reunión ritual de brujas— en el interior de la gran cueva que domina el paisaje local.
Lo que pudo haber quedado como una simple anécdota o un chisme local, escaló de forma dramática. La historia del sueño fue llevada ante el tribunal de la Inquisición de Logroño. En un clima de histeria colectiva y fervor religioso, la denuncia fue tomada con la máxima seriedad, desencadenando una investigación que cambiaría el destino del pueblo para siempre.
La Sombra de la Inquisición
La respuesta del tribunal fue rápida e implacable. Un total de cincuenta y tres vecinos de Zugarramurdi fueron arrestados bajo la acusación de brujería, basados en poco más que el relato de un sueño. Fueron arrancados de sus hogares y sometidos a un proceso judicial sin garantías.
El destino de los acusados fue desolador. La gran mayoría de ellos murió en las duras condiciones de la cárcel, víctimas de enfermedades y malos tratos mientras esperaban su juicio. Finalmente, doce de los supervivientes fueron condenados a la pena máxima en un auto de fe: morir en la hoguera. Este acto brutal no solo acabó con sus vidas, sino que selló la identidad de Zugarramurdi con el estigma de la brujería.
El Legado de las «Sorginak»
Los dramáticos sucesos de mil seiscientos diez dieron origen a la leyenda negra que ha perdurado a través de los siglos. El pueblo, antes conocido por su entorno rural, quedó indeleblemente asociado a las historias de aquelarres y las «sorginak» (brujas, en euskera).
Hoy, la cueva de Zugarramurdi se ha convertido en un punto de atracción para miles de visitantes cada año. Turistas y curiosos recorren sus vastas galerías, no solo para admirar su belleza natural, sino para intentar conectar con el eco de aquella tragedia. El susurro del viento en la cueva parece recordar la historia de cómo un sueño se convirtió en la pesadilla colectiva de todo un pueblo, un relato extraordinario y sombrío que se niega a ser olvidado.


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